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lunes, 3 de diciembre de 2012
Etica ministerial
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE “ETICA MINISTERIAL”
Según una definición del diccionario la ética es “Principios de conducta moral que gobiernan a un individuo o a un grupo”. También se puede decir que una acción o algo es ético cuando se conforma a un código aceptado y correcto de conducta moral.
En cualquier colectivo o actividad del ser humano existen normas de comportamiento y conducta ética para el buen funcionamiento de dicho colectivo. Si eso es así en el ámbito secular, o del mundo, cuando más no tendría que serlo también en el terreno espiritual..?
UN CODIGO DE CONDUCTA MINISTERIAL SUPERIOR.
Por razón de nuestro oficio y cargo nuestra ética debe ser superior a la de los hombres que nos rodean. Hay una idea bastante extendida, de que como servimos a Dios, y somos más “espirituales” estamos exentos de cualquier comportamiento que se considera correcto en la sociedad, y no tenemos que responder ante ella.
No podemos presentarnos ante la sociedad y pretender ser escuchados, con unas normas morales y éticas inferiores a las que ellos mismas practican. Un predicador dijo en cierta ocasión: “La unción no cubre la falta de excelencia.”
Como hijos de Dios y embajadores de Cristo, no podemos tener un nivel de ética inferior a lo que el mundo practica. Todas las profesiones liberales (abogados, médicos, ingenieros, etc) tienen un código ético o de conducta entre ellos mismos. Y es la práctica normal que al licenciarse o graduarse de sus estudios, e inscribirse en un colegio profesional de una ciudad, estas normas se aceptan y se acatan, pues su no cumplimiento o la violación de esas normas, la primera consecuencia es el descrédito entre sus mismos compañeros. No podía ser menos entonces entre los ministros del evangelio, al contrario tiene que ser superior.
LO QUE GOBIERNA LA ETICA MINISTERIAL.
La ética del cualquier ministro o pastor debe estar dirigida y gobernada por el principio bíblico en palabras de Jesús. “Así que todas las cosas que queráis que hagan los hombres con vosotros; así también haced vosotros con ellos: porque esto es la ley y los profetas”. (Mateo 7:12) En versión ministerial resumida se puede decir: Tengo que hacer a otros ministros, lo que yo quiero que ellos me hagan a mi, y no hacerles lo que yo no quiero que me hagan a mí.
Aunque suframos desengaños, decepciones y abusos, no podemos reaccionar como el mundo, tomando venganza o represalias nosotros mismos contra esos abusos. Eso sería seguir las reglas de este siglo malo.
LA BASE DE LA ETICA MINISTERIAL.
La integridad es la base de la ética del pastor o ministro. Integro quiere decir, entero, sin faltas. La integridad habla de solidez moral, honestidad, sinceridad, transparencia, entereza y honradez en nuestro trato con los demás.
El ministro no debe caer en lo que últimamente se ha dado en llamar la “ética de la situación”. Es decir que un comportamiento es bueno, según, donde, cuando, y con quien y el momento de hacerlo. El ministro no debe actuar en diferente forma y con distintos standards de acuerdo a las circunstancias que nos rodean. Este modelo de ética elimina los valores absolutos de la Palabra, acerca de lealtad, fidelidad y compromiso. La mejor fuente de integridad es la Biblia. Ella no cambia según las circunstancias, situaciones o el ambiente que rodea la sociedad. Sus verdades son absolutas y eternas.
ETICA MOTIVADA EL AMOR Y LA NEGACION PROPIA.
El Apóstol Pablo fue un ejemplo de ministro con alto nivel de integridad. El aconsejaba a las iglesias a caminar en amor y en una actitud de negación propia. Filipenses 2:3-8 nos da una lista de actitudes que enseñan la practica de “caminar en amor”. Jesús, nuestro modelo, durante su ministerio vemos tres rasgos que destacan:
a) Un alto nivel de integridad
b) Practicó una vida de negación propia
c) Caminó en amor hasta el final.
DOCE NORMAS DE ETICA MINISTERIAL
1.- Honra a los demás compañeros en el ministerio, aunque no estés de acuerdo con ellos.
2.- Nunca trates de destruir la reputación de tu compañero en el ministerio.
3.- Nunca trates de edificar tu iglesia atrayendo las ovejas del vecino.
4.- Es una práctica inmoral tratar de cubrir una posición ministerial en tu iglesia, atrayendo a la persona de otra iglesia; sea porque le ofrezcas una promoción, mejor salario, o lo que fuere.
5.- Cuando un miembro de otra iglesia quiere integrarse en la tuya, no aprovechar la oportunidad para desprestigiar a su pastor anterior.
6.- Nunca debemos tomar ventaja económica de tus compañeros en el ministerio o de los miembros de tu iglesia.
7.- Niégate a aconsejar a las ovejas de otro pastor.
8.- Siempre que invites a un compañero a ministrar en tu púlpito, hónralo económicamente porque el obrero es digno de su salario.
9.- Nunca debemos aprovechar la visita de un predicador para decirle a la iglesia que den una ofrenda abundante, con el propósito de suplir las necesidades de tu iglesia. Es pecado y falta de honradez no darle al ministro todo lo que la iglesia ha contribuido en base a la demanda realizada en la ofrenda..
10.- Nunca debemos pedir una ofrenda para uno mismo, en otra iglesia donde este invitado a predicar., sin el permiso o autorización del pastor.
11.- Si estás visitando otra iglesia, nunca permitas ser usado por ningún miembro para que ellos te manifiesten sus quejas contra el pastor. Eres huésped del pastor y debes honrarlo ante su gente.
12.- Nunca debemos hablar de los defectos que notemos en otro pastor, con alguno de sus miembros.
Estas doce reglas no son las únicas, pero si pueden ser consideradas básicas, y si las practicamos, no solo tendremos el respeto de nuestros compañeros, sino también el de nuestra propia iglesia, y la comunidad cristiana.
Publicadas por
Sonia L ortiz
a la/s
8:47 a.m.
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